El 21 de junio se conmemora la Jornada Internacional de la Lenteur, una iniciativa impulsada por el periodista y conferencista Carl Honoré, autor de *Eloge de la Lenteur*. Su propuesta es clara: en un mundo acelerado, detenerse puede ser el acto más desafiante y transformador. :contentReference[oaicite:1]{index=1}
Una filosofía contra la cultura del “siempre más”
Carl Honoré y el movimiento Slow surgieron como respuesta a la adicción moderna a la velocidad. Desde 2001, más de manera simbólica, el 21 de junio (el solsticio de verano) se invita a explorar el equilibrio entre rapidez y pausa, reconectando con el presente y con lo esencial. :contentReference[oaicite:2]{index=2}
Beneficios de desacelerar en la empresa
- 📍 Mayor atención y calidad en el trabajo.
- 📍 Reducción significativa del estrés y del burnout.
- 📍 Estímulo de la creatividad y de decisiones más conscientes.
- 📍 Fortalecimiento de la cultura organizacional y del bienestar colectivo.
¿Cómo aplicar la lenteur en tu organización?
- Días lentos corporativos: una jornada sin correos ni reuniones urgentes para reflexionar.
- Micro-pausas conscientes: respiración, paseo corto o estiramientos colectivos.
- Reajuste de ritmos: replantear plazos, evitar la multitarea extrema y favorecer calidad sobre cantidad.
¿Por qué contratar a Carl Honoré?
Carl Honoré no solo es el padre intelectual del movimiento Slow; también es conferencista internacional. Sus charlas combinan storytelling, investigación y propuestas prácticas que ayudan a líderes y equipos a recuperar el control del tiempo y el sentido de sus tareas. Ideal para jornadas de liderazgo, bienestar laboral o cultura organizacional.
Transforma la velocidad en sabiduría
Carl demuestra que la lenteur no es resignación: es un acto intencional para vivir y trabajar mejor. Su enfoque permite innovar, mejorar la atención y humanizar la productividad.
Este 21 de junio, convoca una pausa significativa con el enfoque de Carl Honoré. Si quieres que tu equipo experimente el poder de la lentitud, agenda una conferencia con Carl Honoré y libérate del frenesí corporativo.
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